viernes, 29 de enero de 2016

¿Te encuentras en un proyecto un huevo de grande?

En andalucía se oscila mucho las unidades de medida propias. Vienen a ser: el pelín, la mijilla, er peazo, la jartá, la pechá y el huevo.

Muchos proyectos de software se comportan de igual manera, de repente se transforman en un huevo de tediosas (tiempos y costes se disparan, incidencias de todo tipo, incluir una nueva y simple funcionalidad conllevan una jartá de esfuerzos, etc.), e igualmente, muchas veces, nos ofrecen, o buscamos, sugerentes vías de escape que, con apenas esfuerzo, nos solucionen el problema (bastaría pasar por algunos foros de software), tecnologías que de manera casi inmediata prometen acabar con la intensidad de un proyecto de software gigante. 

El tiempo ha dado lugar a la creación de un amplio cuerpo de conocimiento en ingeniería de software que nos ha enseñado la mejor manera de trabajar, afrontar o resolver problemas asociados a la naturaleza del software, como, por ejemplo, a no utilizar el “go to”, la importancia de la ocultación de la información, el diseño orientado a objetos, las arquitecturas en capas, cómo estimar proyectos, el valor de las mejoras, economia software, patrones, etc, etc, etc. Pero éstos, en más ocasiones de las que nos gustaría, se olvidan, o desconocen, y se buscan soluciones desde lo accidental (una determinada herramienta, entorno automático o CASE, cambiar a un lenguaje de programación, utilizar otro modelo de procesos, etc.). 

Como experiencia personal, la mayoría de los problemas del software parten de obviar los principios esenciales, y se incrementan al intentar solucionarlos exclusivamente desde la vía accidental. Como profesional deberíamos cuidar más el conocimiento esencial, la educación y formación en el mismo. El conocimiento accidental es necesario para poder trabajar, pero el esencial es necesario para además hacer un buen trabajo. El difundir y aprender el cómo trabajar correctamente con la parte esencial del software, esa jartá de conocimiento que existe y se ha ido creando a lo largo de la cronología del software, es quizás uno de los principales retos de nuestra profesión y muchos deberían aprender a apreciarlo en su justa medida. Muchos han sido los  partífices en estableces esas bases.

viernes, 15 de enero de 2016

Al Liquindoi... ¿Reconocerías a un Knowmads?

El término knowmad combina las palabaras know (conocer) y nomad (nómada) nos informa del perfil de un trabajador capaz de ser un "nómada del conocimiento y la innovación", es valorado por sus conocimiento personales, lo que nos proporciona una ventaja competitiva coon respecto a otros trabajadores/compañeros.

Algunas de las características sobre éste tipo de perfiles:
  • No está limitado a una edad determinada.
  • Adaptativoa diferentes contextos y entornos.
  • Creativo, innovador, colaborativo y motivado.
  • Consciente de liberar el acceso a la información (sin límites geográficos).
  • Entiende cómo y porqué funcionan las tecnologías digitales.
  • Aprendizaje permanente.
  • No teme al fracaso.
En la sociedad TIC los trabajadores de la sociedad de la información y del conocimiento se han vuelto mucho menos específicas en términos de ubicación y de las tareas a desempeñar, lo cual se ve favorecido por las tecnologías que permiten efectuar buena parte del trabajo de manera virtual. Los knowmads tienen la capacidad de volver a configurar y contextualizar su espacio de trabajo en cualquier momento, intercambiando información e ideas con otros profesionales, lo que genera ideas, productos y servicios muy diferentes a lo que haría cada uno por su parte.

Cualquier persona, desde CEO o empresario hasta el empleado de primera línea, puede ser knowmad.Y no es moda pasajera porque va a ser el tipo de profesional que más crezca y se desarrolle en el futuro cercano, básicamente porque es el que reúne todas las condiciones para trabajar con las exigencias que piden los nuevos tiempos, y que por lo tanto también será el que requieran las empresas.
Foto: Obtenida de "ENJI - Encuentro Nacional de Jóvenes Innovadores"